Hoy he soñado que estaba en un mundo mejor. Viajaba no sé dónde ni con quién ni a qué lugar. Pero el
destino era sencillamente extraordinariamente idílico.
Luego está la realidad de la subsistencia diaria, que a cada uno lo pone en su lugar, sea merecido o no.
Figuro que ese mismo tránsito estaréis atravesando muchos de vosotros.
Soplan vientos de mudanza. Cargados de ilusiones y sueños por cumplir.
Esto hace que teclee sin parar, volcando mis emociones, sentimientos y pasiones, de la forma que mejor lo hago, escribiendo.
Comenzamos otro día más en esta situación que nos ha robado tiempo de vida.
Creo firmemente en la humanidad y en el amor que sentimos los unos por los otros como el mejor antídoto contra este virus.
Un amor de los de verdad, de los que no tienen intereses económicos, sociales y clasistas.
Debemos respetar a nuestros semejantes, en ellos reside el hombro, el brazo y la mano en el que apoyarnos para lograr un cambio.
¡Si siembras, recoges! ¡Si riegas, creces! Si cultivas, renaces!
Buenas noches!
Comparto tu reflexión. Creer en las personas , en el amor en su amplio sentido de la palabra, aporta a uno mismo ser más reflexivo y mejor persona con los demás. El AMOR PARA MIes perdón admiración, reconocimiento, respeto … No es una palabra cursi me gusta mucho porque es muy habitual en tus escritos. Leer tus pensamientos nos hace la vida más dulce.
Gracias. Un saludo.