SER ESPAÑOL

Ser español no es llevar la bandera, ni gritar como un energúmeno frases de odio contra otros seres humanos, que tienen padres y madres como tú y yo, que nacieron, en mi España, en tu España y en la España de todos.

Tampoco es ponerse una pulsera, ni cantar el cara el sol, ni tararear nuestro himno sin cesar.

Ser español…abarca mucho más, es algo que se siente en tu piel, en tu corazón y en tu alma. Va más allá de símbolos y de canciones.

!!!!Se lleva contigo siempre!!!

Aunque ante lo visto últimamente, no se si lograré expresaros con palabras lo que siento.

Ser español es servir con tu vida, como muchos héroes anónimos lo hicieron, en el accidente de de Los Rodeos (Tenerife), en el Naufragio del Marbel (Vigo), en el camping Los Alfaques (Tarragona), en el incendió del Parque de Doñana, en los accidentes de tren de Granollers y Compostela; o temblar cuando Lorca tembló y caminar junto a otra persona con ideología diferente a la tuya en la manifestación silenciosa de Ermua contra el terrorismo y últimamente luchar contra este monstruo que ha venido a vernos llamado COVID-19.

Ser español es no olvidar, a todos aquellos que fallecieron con tu recuerdo diario.

Ser español es saber que lenguas como el bable, el eusquera, el gallego, el valenciano, el catalán y el balear pueden enriquecernos y no empobrecernos.

Ser español es presumir de que Formentera y Menorca tienen aguas más cristalinas que las del Caribe, Seychelles y las Maldivas, que las playas de Cádiz y Huelva son tan extensas que se podían cruzar países enteros por ellas y que su luz podría iluminar ciudades inmensas. Que los bosques de Asturias y del País Vasco son de un verde tan intenso que no pueden ser pintados y que leyendo a Delibes uno puede comprender cómo son de hermosos los campos de Castilla y Extremadura en otoño, y que en Galicia, lo mismo uno puede disfrutar de una gastronomía inigualable o viendo una de las fotografías más hermosas, un atardecer de nuestro amado Cabo de Finisterre.

Sentirse español es saber que nadie monta las fiestas como nosotros, es irte de Erasmus y decirle a tus amigos catalanes en Il Barcone (Roma) que te enseñe a hablar el catalán, o disfrazarte en los carnavales de Canarias,o ir al Evento Sarmiento a Villafranca del Bierzo para ver a qué suena eso, querer ir a la feria de Jerez, para ver si es mejor que la de Pamplona, Córdoba, Sevilla, Málaga, Albacete, Valladolid, Santander, Valencia, Bilbao, Salamanca o Vitoria.

Para mí ser español es saber que tenemos lugares que pueden curar el alma de los seres humanos. El Valle de Aran en Cataluña, la Playa de la Barrosa en Andalucía, El Picu en Asturias o Ses Illetes en las Islas Baleares .Y que otros tienen los suyos, tan extraordinarios como los míos.

Sentirse español es estar orgulloso de los noveles de medicina y literatura que poseemos, de admirar los mejores museos pictóricos y de esculturas policromadas del mundo. Y de ser la mayor cuna de artistas que ha dado la historia de la humanidad.

Ser español es salir con la cuadrilla de pintxos y txikitos por San Sebastián o de tapas y chatos por Valladolid. Ir a comer el Domingo las croquetas de tu abuela, la tortilla de patata de tu madre o la paella valenciana de tu padre. Es ver el arte de cortar un buen jamón ibérico mientras lo acompañas con un vino de La Rioja o de Ribera de Duero o la de escalcear una dorada sidra asturiana.

Ser español es ser hospitalario, tener Fe en ti o en otro, ser Mediterráneo, de sangre caliente de los que se emocionan con todo tipo de músicas y corazón noble de los que perdonan los errores de otros; es cantar lo mismo en la ducha que fuera de ella (una saeta o una solea); es reírte primero de ti, para luego hacerlo de otro; es bailar hasta la extenuación ya sea en una pista de baile o encima de la barra de un bar; es disfrutar de la vida ya sea en la playa o en la montaña, en el salón de tu casa o en la terraza de un amigo, en tu ciudad o en el país de otro. Y siempre…repito…siempre…volver a casa por Navidad.

Ser español es sentirse orgulloso de ser el país a la vanguardia de donaciones, trasplantes y misioneros del mundo. Y de luchar como nadie por encima de lo divino y de lo humano contra esa lacra que es la peste del siglo veintiuno: el maldito cáncer.

Ser español es DAR Y AMAR. A los tuyos y a los que no lo son.

Ser español es aprender que los seres humanos estamos por encima de las religiones, de las ideologías y de las diferentes culturas de las que procedemos.

Eso es ser español para mí.
Y lo demás… lo demás es política…

Ser español es llamarse Pelayo, no porque tú lo eligieras, sino porque tú padre pensó que aunque tú no fueras Asturiano, quería que siempre tuvieras presente a sus padres, tus abuelos y bisabuelos porque eran sangre de tu sangre.

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