La pureza, es el valor de la hermosura, de la limpieza y de la sencillez.
Pureza, es el estado en que todo parece pulcro, sublime, lleno de motivos para ser admirado. Una persona que guarda dentro de sí la pureza, es la que valora su vida, es la que tiene motivos para reír y emana respeto.
Se dice que cuando uno por un instante o tan solo un momento piensa en el otro se pone en su lugar está amando de forma pura. Porque se olvida de uno mismo para volcarse en la felicidad del otro.
Y esa es lo que no os está enseñando la vida ahora. No tú y tu felicidad, sino la felicidad del otro, la de aquel que te rodea y comparte vida junto a ti.
Tú forma de utilizar la vida que te ha sido concedida.
El disfrutar de las cosas pequeñas de la vida. Una conversación, un paseo, una mirada o apenas una sonrisa.
Sentir nuestros miedos, nuestras tristezas, nuestras alegrías, nuestros sueños, nuestros enfados, nuestras sorpresas y nuestras latidos.
El amor puro está muy alejado de las series, de los cortometrajes y de las películas. Es otra cosa. Es de verdad. Definitivamente auténtico.
Si los seres humanos dejaran de guiarse por el que dirán, por las apariencias y por gustar a los demás entenderían ese candor.
Esa debería ser la razón de ser.
Tú eres todo eso. Que loco o que cuerdo no podría estar enamorado de la inocencia, simplicidad y sensibilidad de lo puro.
Pelayo Arango Lara.💚
