¿Nunca habéis observado a un diminuto pez encerrado en medio de un acuario gigantesco? Es el abismo diario al que se enfrentan los seres humanos en un mundo globalizado. La misma sensación de impotencia, de no pertenecer a nada y de nadar perdido en un inmenso océano.
Es necesario seguir nadando. ¡Comienza a vivir intensamente el inicio de la nueva etapa que forma parte de una larga existencia! Somos eternos. Depende de nosotros, es una actitud. Pensaréis que no es el momento óptimo, pero… ¿cuándo lo es? Habitamos en la auto exigencia constante y no nos damos cuenta de que lo que se nos escapa entre los dedos es LA VIDA.
No dejamos de ser peces en el mar. Preguntándonos, como mi amiga Vanessa: “¿Vas a por la ola? ¿O dejas que te pase por encima? ¿Cuántas olas te han pasado por encima por permanecer quieto? ¿Cuántas olas te han arrastrado a un lugar donde no querías estar? ¿Cuántas olas no has visto venir y te han arrollado?
!!!!Somos peces soñando olas!!!! Pero mientras haya olas que surcar habrá vida que vivir. Y de eso va la VIDA, de VIVIR, y VIVIR significa que te gane la muerte. Recuerda el final de tu travesía es tan solo el principio de un nuevo viaje.