Se puede amar, apoyar, acompañar y ayudar de muchas maneras. Nunca lo olvidéis.
Si esta nueva normalidad va a ser la antigua sociedad ya existente. Prefiero la vieja realidad. Por lo menos sería un título más justo y honesto.
¿Y ahora que?
Me refiero ¿Que hemos aprendido de esta convulsa, trágica e inhumana experiencia?
Por favor no os dejéis nada.
Haced un profundo examen de conciencia de lo que erais, de lo que sois y de lo que en el futuro querríais ser.
Tenemos la obligación de forjar un mundo mejor que lo encontramos. Y eso no depende de otros, sino de cada uno de nosotros.
Ser la mejor versión de uno mismo cada día es la principal de las inversiones para el resto de nuestros conciudadanos.
Sueño desde lo profundo de mi corazón que este virus nos haya enseñado, lo que para mi es lo más importante de la vida la mayor de las virtudes y mejor de los éxitos. Ser buena persona.
La bondad es ponerte en el lugar de otro aunque solo sea por un instante en tu miserable, egoísta y ambiciosa vida.
¡Sed personas, no habrá un mañana para poder serlo!