Títeres. Sí!!! Muñecos movidos por medios de hilos, de cuerdas y alambres. Al ritmo de nuestros particulares titiriteros. El dinero, la envidia y el inconformismo.
En nuestras manos está dejar de ser objetos para convertirnos en personas. Es ahí donde esta particular representación alcanzará su cima.
Un teatro cargado de honestidad, de respeto, de bondad y de servicio a los demás. Donde no solo hay continente, sino también contenido.
Ojalá que haya muchos más seres humanos que lo comprendan después de esta situación terrible que estamos atravesando . Y mediten durante la lección que la naturaleza nos está otorgando.
La vida es un teatro. Ahora depende de nosotros, de como la vivamos para que este espectáculo tenga un sentido u otro.
PERSONA O MARIONETA, TÚ DECIDES.