Somos un milagro diario cada uno de nosotros. Un ser humano, un mundo, un universo y un planeta.
No os conforméis con lo que otros digan. Descubriros cada día como si fuera el último. La mayor y la mejor de las aventuras es el desarrollo y crecimiento personal.
Indagar la esencia del individuo como un recién nacido lo hace explorando su propio cuerpo.
Seréis aquello que deseéis. Preparaos y nada os podrá detener.
Sustentar vuestra valía en la educación, el respeto, la honestidad, el aprendizaje continuo, la lealtad, el servicio a los demás, la generosidad, el trabajo duro, la fidelidad, el amor y la bondad.
Recordad esto último es lo más importante de vuestra existencia y el mayor de los legados que pondréis dejar a generaciones futuras.
¡¡¡Sed buenas personas!!!
Y lo mismo que os digo me lo repito a mi cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día, cada semana, cada mes y cada año. Se la mejor versión de ti mismo; “Pelayo. SE TU. Y cultiva tu interior siempre para ser fuerte en el exterior”
Nunca, nunca, nunca permitáis que nadie os haga sentir lo contrario. No les deis la razón a aquellos que solo ven el regalo y no las manos que lo realizaron.
¡Valemos mucho! Exigid a quien queréis a vuestro lado. Son vuestros compañeros de travesía en este viaje de Ida y vuelta.
Y si en algún momento las dudas os invaden. Reflexionad, parad y meditad… Comprender, admirar y querer es el camino. El destino es cosa de Dios.
Preguntaos;
¿Quienes seríamos si no intentáramos dejar un lugar mejor que aquel que no os encontramos cuando llegamos?
Únicos, distintos, singulares, extraordinarios, simplemente INIMITABLES.