Decía un diálogo de la película “Lección de Honor” que es el nombre que recibió esta, una vez traducida su título al español lo siguiente:
“Un buen profesor tiene poca historia propia que contar. Su vida pasa a otras vidas. Los profesores son los pilares de las estructuras más íntimas de nuestros colegios, son más fundamentales que las piedras o que las vigas, y siguen siendo una fuerza impulsora y una energía reveladora que nos guía en nuestras vidas”
El maestro es entrenador, guía, motivador y faro. El espejo donde el aprendiz se mira.
Sus poderes son la confianza, la Fe, la esperanza, la planificación, la seguridad, la comunicación, la observación y la escucha.
El formador es el salvavidas en medio del océano al que el estudiante se aferra, se agarra, se aguanta para salir a flote y respirar nuevamente sintiéndose vivo.
El éxito se sustentará en esculpir personas autónomas, resolutivas, independientes, responsables, creativas, respetuosas, honestas, recias, leales, fieles, generosas y bondadosas.
Educar en el amor es la única de las enseñanzas obligatorias en su plan de estudios.
No mide el éxito o el fracaso mediante, notas, calificaciones o puntuaciones, sino por el aprendizaje que se extrae de las lecciones que se imparten para convertirse en mejores seres humanos.
Te da ilusiones para desayunar, deseos para comer y sueños para cenar.
¡Gracias desde lo más profundo de nuestra alma por darnos alas para que seamos libres para volar!