Lo más duro de morir no es solo irse, sino el vacío que uno deja en los que se quedan. No puedes reemplazarlo ni suplirlo ni regenerarlo; solo aceptarlo y recordarlo con una sonrisa.
El problema es que existen seres humanos que están muertos en vida. Ellos sufren el abandono, desamparo y orfandad de la sociedad sin haberla dejado por fallecimiento.
Los sintecho. Personas que no poseen un hogar bajo el cual cobijarse. Las circunstancias que te llevan a ello son variadas, descabelladas e infortunios. No os preguntéis ¿como? o ¿por que? o ¿cuando? , sino que está en mi mano para que esto permute.
Gracias a todos vosotros que sois los que inspiráis lo que este escribano traza sobre el papel. Yo he podido conocer y ayudar a personas increíbles en estos últimos diez años.
Mis latidos del corazón(así es como llamo yo a los aforismos que escribo) me han trasladado a conocer realidades que nunca imagine percibir en mi existencia.
Uno de esos casos, fue acompañar a los que no tienen una casa como cuando juegas al escondite, porque la suya esta es la calle.
Lo peor que llevan de esta situación cruel, despiadada, atroz e inhumana es la indiferencia de sus semejantes.
!La indiferencia es morir en vida!
Dedicado a todos los Joaquin Carmona que son ejemplo de integridad, dignidad y entereza. Gracias por enseñarnos a vivir.