El miedo siempre tuvo la capacidad de elegir por eso fue, es y será libre.
¿Quién no lo ha sufrido en alguna ocasión a lo largo de su existencia?
¿Quién no ha deseado alguna vez dejar de tenerlo?
Incertidumbre, temor, pavor, espanto, canguelo, nerviosismo, cobardía, pánico o terror. Elegid el adjetivo que más os guste, da igual.
Tener miedo no es algo anormal, al contrario, forma parte del ciclo vital de todos y cada uno de nosotros.
No os fustiguéis por ello. Hasta aquel que creéis que es la persona más valiente que conocéis, en algún momento de su vida ha sentido miedo. No se puede evitar.
El miedo es una de las emociones primarias del individuo.
Miedo a la vida y miedo a la muerte. Luchad contra él e intentad aprender de lo que os enseña.
Cuando el miedo se apodera de uno, el estómago se cierra, la respiración se para y la inquietud envuelve todo tu ser.
Nos encontramos en un punto que tiene retorno pero para ello tenemos que ser capaces de superar nuestros miedos.
Debemos avanzar, progresar y continuar. No huir, no abandonar sino permanecer.
¡Quien dijo miedo!
¿Sabéis cual es el mejor antídoto contra los miedos? El AMOR. Él está haciendo que el cobarde que aquí escribe supere sus miedos.
¡ASUSTAD VUESTROS MIEDOS!