La preocupación por el otro no está de moda. Lo sé, soy consciente de ello. Hace mucho tiempo que el otro no importa. Lamentablemente ahora lo más importante es la codicia humana, el egoísmo inteligente y amasar bienes materiales. Ahí está la esencia de la discriminación. El vil metal. Será mejor que empecemos a revisar qué es lo que mueve la humanidad.
Yo os lo voy a decir: los sueños y el amor. Esos son los motores de esta nuestra existencia en este mundo. Soñar es persistir en algo que te hace feliz. Ni más ni menos, y cuando compartes los sueños con otros su dimensión es aún mayor.
Y luego está amar. El que NO AMA.. NO NADA… Amar es algo muy distinto al resto de las cosas. Amar a alguien es aceptarlo como es, amar a alguien es ver lo malo de él, y de cualquier forma quedarte junto a él, eso es AMAR. Amar a alguien es hacerle reír, hacerle volar, hacerle sentir, darle sueños para desayunar, ilusiones para comer y ración doble de apoyo para cenar. Y de eso va AMAR, de cuidar, de sumar, de hablar cuando nos echamos de menos y de levantar al otro en cada caída.